martes, 7 de junio de 2011

El embarazo de ambos sexos

El deseo de gestar es de ambos sexos. Ellas pueden lograrlo realmente y ellos pueden aparentarlo con grandes creaciones. También es una metáfora eficaz buscar situaciones embarazosas que nos estorben, enlentezcan o retarden.

Si nos dirigimos a nuestro frecuentado amigo el Diccionario de la Real Academia, observaremos con cierta sorpresa que el verbo embarazar tiene como primera acepción nada menos que «Impedir, estorbar, retardar algo».

En otro artículo (1) les decía que la naturaleza sigue sobrecargando al sexo femenino con el compromiso biológico de gestar y alimentar a los nuevos ejemplares de nuestra especie.

Sin embargo el deseo humano no responde a ninguna lógica y el propio sentido común suele malinterpretarlo.

Hasta donde he podido observar las mujeres, desde que tienen dos o más años, ya empiezan a jugar preferentemente con la fantasía de que son madres y cuando la menstruación ha quedado muy atrás, continúan teniendo actitudes maternales.

O sea que el embarazo implica un gran esfuerzo pero igualmente es deseado.

Esto no sería nada comparado con algo aún más increíble: ¡los varones también queremos ser madres!

Estoy convencido de que los hombres tenemos una «envidia del útero» que se compensa precariamente con una pasión creadora imparable. Hacemos puentes, edificios, máquinas, esculturas (imagen).

Es muy poco probable que una mujer haga tanto esfuerzo. Ellas tienen resuelto su afán de realización tan solo gestando y criando un hijo.

Lingüísticamente tenemos un detalle interesante para considerar.

Si el verbo «embarazar» significa principalmente «impedir, estorbar», es muy probable que algunas personas, en su afán por satisfacer ese extraño placer de gestar, busquen situaciones en las que se vean «impedidos o estorbados».

En suma: Algunas faltas de rendimiento laboral, la baja productividad de nuestro esfuerzo puede ser causado porque buscamos situaciones complejas, molestas, que retarden nuestra producción, es decir: embarazosas.

(1) La naturaleza sobrecarga a las mujeres

●●●

No hay comentarios: