El odio es un gran sentimiento,
capaz de proveernos de energía. Los pobres y los cobardes en extremo no lo
valoran y hasta lo condenan porque la ideología cristiana les ha inculcado la
pobreza como forma de no competir con los ricos que proveen de dinero al
Vaticano. El cristianismo nos induce a no odiar y a no envidiar para privarnos
del estímulo que la grandeza ajena podría darnos. El cristianismo trabaja para
que seamos mediocres y estemos orgullosos de ser pobres.
jueves, 27 de diciembre de 2018
jueves, 28 de junio de 2018
LA ENVIDIA
Es una pasión y como tal
provee energía a la existencia.
En casos elementales el
envidioso puede intentar apropiarse del objeto envidiado; en casos graves puede
intentar el exterminio de quien posee el objeto o la situación envidiada.
Metafóricamente se dice: “muerto el perro se terminó la rabia”.
martes, 10 de abril de 2018
ENVIDIA Y ROBO
1)
Veo que el hijo del vecino se
pasea con el celular que me robaron. Inmediatamente me enfurezco. Peor aún:
como no me animo a denunciarlo, mi furia se duplica.
2)
Siempre estuve desconforme con
mi calvicie. Miro la abundante cabellera de un conocido y me enfurezco de
envidia. Peor aún: para no sentirme tan mal, imagino que esa cabellera era mía
y que él me la robó dejándome calvo. Como sería irracional que se la reclamara,
la envidia se vuelve más corrosiva.
En estos dos párrafos quise comentarles la
relación entre la ENVIDIA Y EL ROBO.
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