sábado, 3 de septiembre de 2011

Los envidiosos no pueden liderar

Los varones seríamos líderes naturales si no fuera porque la envidia del útero nos vuelve autoritarios, abusadores y antidemocráticos con las mujeres.

La naturaleza es sabia... o le asignamos este atributo positivo porque no hay otra cosa, no tenemos más remedio, o porque es tan poderosa que más nos vale dejar de luchar contra ella y ponernos de su lado.

Es «sabia» (¿?) porque en su funcionamiento armónico y automático, incluye el malestar como estímulo imprescindible para que los seres vivos actuemos de cierta forma conveniente para conservar el fenómeno vida (1).

Decía en otro artículo (2) que por razones anatómicas, los varones que integran un colectivo mixto deberían ser los que piensan, deciden y hacen cumplir las normas de convivencia y que las mujeres integrantes de ese colectivo, deberían sentirse cómodas aceptando ese mando masculino.

En el mismo artículo señalé que esto no es posible porque los varones, estúpidamente nos envalentonamos cuando tenemos alguna cuota extra de poder y no se nos ocurre nada mejor que desvalorizar a los subalternos, quienes reaccionan con rechazo a ese estado de cosas, rebelándose e impidiendo que ese rol de mando pueda ser ejercido (por lo varones).

Pero esta estupidez masculina o de quienes se inflaman de narcisismo cuando se calzan alguna gorra de mando, puede tener una explicación.

Ya he comentado que los varones padecemos «envidia del útero» (3).

Esta sería una causa que explicaría por qué aprovechamos las oportunidades de descalificar a las mujeres: para no sentirnos tan mal por disponer de un cuerpo incapaz de gestar y alimentar a un nuevo ser humano.

En suma: es probable que los varones estemos mejor dotados para liderar las acciones de los grupos humanos pero la envidia del útero nos vuelve mandones, autoritarios, antidemocráticos con las mujeres, simplemente porque las envidiamos.

(1) Blog especializado Vivir duele
(2) Subordinar no deshonra al subordinado
(3) Bill Gates no puede gestar
El embarazo de ambos sexos

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